¿Tienes una entrevista en televisión o ante la cámara? 12 consejos rápidos

Cuando las luces se encienden y las cámaras comienzan a grabar, es natural sentir un cosquilleo de nervios en el estómago. Ya sea que estés frente a las cámaras para una entrevista en televisión o para un vídeo en línea, la habilidad de comunicarse con confianza y transmitir una imagen positiva es fundamental. Después de todo, en el mundo de la comunicación, la primera impresión puede ser la única oportunidad que tengas para conectar con tu audiencia. Pero no te preocupes, en este artículo te presento 12 consejos breves y prácticos para afrontar tranquilamente y de forma eficaz una entrevista ante las cámaras. Desde técnicas para controlar los nervios hasta estrategias para proyectar una imagen sólida y convincente, estarás preparado para dar lo mejor de ti y captar la atención de tu audiencia, sin importar cuán intimidante pueda parecer el escenario frente a ti

Imagina la entrevista en tu cabeza: ¿qué te gustaría escucharte decir? ¿Cómo puedes añadir interés y prestigio a tu proyecto? Escríbelo y divídelo en ideas independientes. Así lo tendrás claro.

Antes de la entrevista, pide al periodista que te adelante alguna pregunta. No hace falta que te desvele el cuestionario completo, pero sí los temas.

Hay preguntas que siempre caen. Estate preparado para ellas: ¿Cómo fueron tus inicios? ¿Cómo es tu día a día? ¿Qué proyectos de futuro tienes?

Prepara las ideas que deseas transmitir, pero no te aprendas frases de memoria. Recitar texto queda artificial y te va a poner nervioso.

Minutos antes de la entrevista, habla un rato con el periodista y pregúntale cómo estructurará la conversación. Hablar con él te ayudará a ganar confianza.

Si estás nervioso, díselo al periodista y pídele ayuda. Están acostumbrados a calmar a los entrevistados y ellos son los primeros interesados en que todo salga fluido.

Elimina las muletillas al comienzo de tus respuestas: eeeeh, pueeees, vamos a ver... Si tienes que hacer un breve silencio hasta que sepas cómo arrancar la frase, tómatelo. Ten una frase lista por si necesitas tiempo para pensar: "qué buena pregunta, siendo honesta, la verdad es que...". Y así ganas unos segundos para meditar.

A veces el problema no es empezar la frase, sino no saber cómo terminarla. Ten listo un comodín de cierre: "Y, en suma, quiero seguir trabajando, día a día, y disfrutar de lo que hago, que es mi pasión".

No respondas con monosílabos. Si te hacen preguntas de sí o no, repite el enunciado de la cuestión: ¿Esperabas haber llegado hasta aquí? "No, francamente nunca esperé que llegaría hasta aquí".

Oblígate a sonreír. No se trata de que enseñes toda la dentadura, pero sí esboza una sonrisa amable. Te hará parecer más agradable.

Manténte erguido pero cómodo, gesticula suavemente y evita mover las manos a la altura de la cara.

Intenta olvidarte de la cámara. Ni la mires. Mantén tu mirada en el rostro del periodista y trata de tener una conversación natural con una persona, no con un objetivo.